3 de mayo de 2020

TARTA DE HOJALDRE DE MANZANAS Y CREMA DE MANDARINA (CON CRUMBLE)

Hace unos días, cuando hice esta tarta, compartí alguna fotografía en Facebook e Instagram con la promesa de que, hasta que no la probase, no publicaría la receta en el blog.

La elaboración de esta tarta fue la consecuencia de varios factores; por un lado quería aprovechar unas mandarinas que tenía en el frutero y que se estaban resecando.
Por otro lado, tenía unas manzanas que aunque aguantaban bastantes más días, me estaban poniendo de los nervios porque había comprado una bolsa de 2kgs. y yo no soy nada amante de las manzanas...
Y finalmente, tenía una lámina de hojaldre en el congelador que llevaba ahí desde que hice la primera comunión!

Llevaba varios días dándole vueltas a la posibilidad de utilizar los tres ingredientes principales en un postre y creo que el resultado no podía ser más apetecible y goloso. También tengo que ser sincera, demasiado dulce para mi gusto. Si me segúis hace tiempo, sabréis que yo soy más de salado. Así que, si sois de dulcerío, estáis en el lugar adecuado.

TARTA DE HOJALDRE DE MANZANAS Y CREMA DE MANDARINAS
(CON CRUMBLE) 


Ingredientes:

Para la crema de mandarina:

3 yemas de huevo
50 grs. de azúcar
25 grs. de Maizena
95 ml. de zumo de mandarina
250 ml. de agua o leche (yo utilicé agua)

Para la capa de manzana:

6 manzanas de la variedad Gala 
1 cucharada sopera de mantequilla
2 cucharadas soperas de azúcar moreno
2 o 3 granos de clavo de olor
1 cucharadita de canela en polvo

Para el crumble:

100 grs. de harina de trigo
100 grs. de mantequilla
100 grs. de azúcar moreno
1 cucharadita de canela en polvo (opcional)

Para la base:

1 placa de hojaldre redonda 

Como los ingredientes del relleno tienen que enfríar antes de meterlos en el hojaldre, los preparé de víspera, pero lo podéis hacer el mismo día, unas horas antes.

La crema de mandarina, no es más que una crema pastelera en la que sustituimos parte de la leche, por el zumo de la fruta.

Así que ponemos todos los ingredientes juntos en un cazo y los batimos con la batidora. Ponemos a calentar a fuego medio hasta que espese y revolviendo continuamente.

Una vez espese, ponemos en un molde y cubrimos con film que esté en contacto con la crema, hasta que esté completamente frío.


Seguidamente, vamos a preparar la manza caramelizada. Yo utilicé la variedad "Gala" y pude comprobar que no se deshace a pesar de quedar tierna en la cocción. De todos modos, podéis utilizar las que más os gusten. Aunque creo que alguna variedad se podría deshacer con mucha facilidad. Así que os recomiendo una manzana de carne dura.


Pelamos y descorazonamos las manzanas. Derretimos la mantequilla en una sartén y ponemos las manzanas cortadas un poco más gruesas que para tortilla.

Cubrimos con el azúcar moreno, añadimos los clavos de olor, y dejamos cocinar a fuego medio, hasta que estén blanditas pero no deshechas. Y sobre todo, lo más importante es que estén caramelizadas con este bonito color dorado.



Es importante que tanto la crema como las manzanas estén completamente frías antes de utilizarlas para el relleno. Reservamos.

Para preparar el crumble, que no es otra cosa que un desmigado de harina, azucar y mantequilla, procedemos de la siguiente manera.
Ponemos todos los ingredientes en un bol y con las manos vamos mezclando hasta que se forme una especie de "arenilla" de granos gruesos. En este punto, tambien se le pueden añadir unas almendras o unas nueces picadas, lo que le darían a la parte superior de la tarta una textura más crujiente.



 Vamos finalmente con el montaje de la tarta.

Forramos un molde desmontable, concretamente este es de 24cms de diámetro, con el mismo papel que trae la masa de hojaldre.


 Pinchamos el fondo de la masa con un tenedor y cubrimos con la crema de mandarina. Podéis utilizar crema pastelera normal si no disponéis de los cítricos.

Sobre la crema, ponemos las manzanas caramelizadas.


Y a continuación, pondremos el crumbles (desmigado) por toda la superficie.


Y por último, llevamos a horno precalentado calor arriba y abajo durante unos 40-45 min. a 180ºC.
recordad que cada horno es un mundo.

El resultado ha sido una tarta con  varias texturas. La capa de arriba dorada y crujiente, las manzanas "al dente" , la crema muy melosa y la capa inferior del hojaldre con el crujiente perfecto para soportar todo lo que lleva encima.
Un verdader placer para los golosos!!





Texto y fotografías: Pilar Martínez © www. lacocinadelechuza.com

14 de abril de 2020

TRENZA DE HOJALDRE RELLENA DE CABALLAS

 Estos días estoy "trasteando" por la cocina de una manera obsesiva. Tengo tantas ganas de hacer cosas que hasta hace poco tiempo no podía, que me faltan horas para hacer todo lo que tengo en mente.

Además de eso, tengo "material" en el congelador, que si no lo aprovecho ahora, quizá mañana pueda ser tarde...Y no están los tiempos como para tirar nada!

Guardo, desde el verano, un par de planchas de hojaldre que andan de un lado para otro del arcón congelador. 
Tengo un buen amigo que me regala de vez en cuando caballas (xardas, en Galicia) mega frescas que con mimo envaso al vacío y guardo en esta cueva de frío que me soluciona la vida en estos momentos en los que se recomienda salir lo menos posible.
Estos dos factores fueron determinantes en la receta.

Hoy saqué dos caballas del congelador a primera hora de la mañana. Tenía intención de hacerlas al horno con una base de patata panadera, con su cebollita, su pimiento morron, etc.
En el momento de ir a buscarlas, me topé por enésima vez con el rollo de hojaldre! Madredelamorhermoso! Y se me encendió la bombillita...

TRENZA DE HOJALDRE RELLENA DE CABALLAS


Ingredientes:

1 base de hojaldre redonda
2 caballas de buen tamaño
Puerro*
Calabacín*
Berenjena*
Aceita de oliva virgen 
Sal
1 cucharada sopera de cebolla caramelizada
1 cucharada sopera de mostaza
1 huevo batido( para bañar la trenza)
semillas de amapola

* Los ingredientes del sofrito están tambien congelados, y así directamente los voy a poner en una sartén con una cucharadita de aceite de oliva. No he puesto cantidades, porque eso dependerá de cuan grande sea vuestra trenza. A ojímetro, pueden ser dos cucharadas de cada uno de los ingredientes.

Es importante que el sofrito se cocine bien y no quede agua en el fondo. De todos modos luego os daré un truquillo.

Una vez bien cocinado, salamos y añadimos la cebolla caramelizada y la mostaza. La razón principal es porque tenía dos botes abiertos y tenía que darles salida. Podéis poner cebolla fresca a freír con los demás vegetales. Y si no os gusta la mostaza, simplemente no la pongáis.



Las dos caballas, las abrí quitándoles todas las espinas, la del centro y las que se encuentran todo a lo largo de los lomos. Adobé los filetitos con mi adobo de cabecera: aceite, ajo, perejil y sal.


Es importante dejar enfríar bien el sofrito antes de ponerlo encima del hojaldre. De lo contrario, la masa se ablandará y no quedará muy crujiente.

Tambien, y aquí viene el truquito, podéis poner una cucharada sopera de pan rallado en la zona donde vais a poner el sofrito. El pan rallado absorberá el exceso de humedad y permitirá que la base del hojaldre se quede super crujiente.

Sobre la fritada, colocamos los lomitos de caballa.

Cortamos a ambos lados de la masa, unas tiras de aprox. 3 cms. de ancho que serán las tiras de nuestra trenza.
En la imagen veis mejor lo que quiero decir.

Vamos trenzando hasta llegar al final e intentarmos meter los bordes finales, tanto de arriba como de abajo, hacia dentro.

Bañamos nuestra trenza con el huevo batido y espolvoreamos con las semillas de amapola. Nuevamente podeís utilizar lo que tengáis a mano, sésamo, pipas, etc. O directamente, prescindir de ellas.


Hornearemos a 220ºC con calor arriba y abajo durante unos 20 min. o hasta que veamos que la trenza tiene un bonito color dorado.

Dejamos entibiar antes de servir.



Texto y fotografías: Pilar Martínez © www. lacocinadelechuza.com

10 de abril de 2020

RODABALLO CON LANGOSTINOS A LA CREMA

No sé exactamente como comenzar esta entrada. Hace ya tres años, sí 3 que no escribo ninguna receta nueva en el blog.

Como seguramente todos sabréis, llevo trabajando como cocinera (a jornada completa) todo este tiempo. Anteriormente, lo hacía a tiempo parcial, lo que facilitaba la posibilidad de dedicarle a esta bitácora bastante tiempo.

Mi trabajo es duro, pero muy gratificante. No puedo estar más satisfecha por haber conseguido trabajar en lo que más me gusta, que es la cocina.

La situación por la que estamos pasando, la cuarentena por Covid-19 y que nos mantiene en aislamiento en casa, es la que ahora mismo, me está dando la oportunidad de volver a retomar el blog.

Estoy nerviosa y a la vez ilusionada. Incluso se me había olvidado como se accedía a la plantilla del blog para escribir una nueva receta, veremos cuando suba las fotos a ver si me sale...

A través de otras redes sociales (Facebook e Instagram) he estado subiendo alguna que otra receta con una explicación básica de su elaboración. En estos días intentaré hacerlo aquí en el blog para que queden archivadas junto con las otras que guardo desde el año 2007.

Espero que os guste, a mí me encantó. Y como siempre, si os surge alguna duda, no tenéis más que preguntar, ya sea por aquí dejando un comentario, o por cualquiera de mis otras RRSS.

RODABALLO CON LANGOSTINOS A LA CREMA


Ingredientes: (cantidades para 1 persona)

3 trozos gorditos de rodaballo
10 langostinos
medio vaso de nata líquida

(para el caldo)

la cabeza y el vientre del rodaballo
las cabezas y las cáscaras de los langostinos
2 dientes de ajo
100 grs. de cebolla
100grs. de zanahoria
100 grss. de puerro
Azafrán, perejil y sal
1 cucharadita de pulpa de pimiento choricero
1 vaso de vino  blanco

Empezamos limpiando bien el rodaballo y salándolo con sal gruesa.

Los langostinos (que eran congelados) una vez descongelados, los pelamos y reservamos.

En una cazuela, ponemos un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra y un par de dientes de ajo fileteados. 
Cuando empiece a coger color, añadimos la cabeza y el vientre del rodaballo junto con las cabezas y las cáscaras de los langostinos. Cocinamos un poco.


Seguidamente añadimos la cebolla, la zanahoria y el puerro. El azafrán, perejil, sal y cubrimos con el vino blanco.



Añadimos agua suficiente para cubrir todo y dejamos que hierva a fuego medio durante una hora. Se concentrará todo el sabor de los ingredientes y tendremos un fondo rico, rico.



Pasado este tiempo, colamos el caldo y reservamos. Como no vamos a utilizarlo todo, el que nos sobre lo guardamos o congelamos para utilizarlo en otro plato, se me ocurre que un arroz con casi nada, quedará estupendo con el sabor que le va a dar el fondo que tenemos hecho...



Procedemos a elaborar el plato propiamente dicho. Por lo que en una cazuela baja ponemos una cucharada de aceite de oliva virgen y calentamos bien.
En este aceite, doramos el rodaballo por todos los lados y en cuanto coja color, añadimos los langostinos pelados.


Añadimos un vaso y medio de caldo a la preparación y en cuanto hierva añadimos la nata líquida. Rectificamos de sal y añadimos perejil picado.






Agitamos la cazuela y en menos de 5 minutos la salsa habrá espesado y podremos retirar del fuego.


Servimos con unas patatas fritas tipo "chips" en un plato aparte, para que la salsa no ablande la textura de las mismas.


Os aseguro que merece la pena y ya véis que lleva más tiempo hacer el fondo, que preparar el pescado.

**Os pido disculpas por la poca calidad de las imágenes, las subí del movil directamente al blog y sin editar ni nada. En futuras publicaciones intentaré mejorar este "pequeño detalle"



Texto y fotografías: Pilar Martínez © www. lacocinadelechuza.com

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