Recuerdos de mi infancia en la gran manzana....
El otro día cuando ví esta foto, se me vinieron a la mente muchísimos recuerdos. Mi hermana Mª Luisa siempre estaba ahí cuando la necesitaba. Cuando era pequeñita, ella me cuidaba y jugaba conmigo.
(al fondo se ve la Torre de Hércules y la antigua cárcel de La Coruña)
Cuando fuí creciendo, me enseñó un montón de cosas que creo que nunca se las agradecí lo suficiente. Por eso, aprovecho esta entrada para darle las gracias por tantas y tantas cosas que hicimos juntas y que están ahí guardadas en mi memoria.
(el poster de La Coruña y los banderines del ayuntamiento, presidían el pasillo de nuestro apartamento en Nueva York)
Bueno, vayamos a la receta...
Todos sabemos de la importancia de empezar el día con un buen desayuno. Lo malo es que las prisas con las que nos movemos, a veces nos impiden sentarnos a tomarnos la comida más importante del día. Personalmente, yo desayuno muy mal. Me tomo un descafeinado de pie en la cocina y no soy capaz de tomar nada sólido. Sin embargo, cuando era pequeña......
Uno de los desayunos que recuerdo con más nostalgia de mis años en Estados Unidos son los pancakes o tortitas americanas.
Mi hermana Mª Luisa y yo, nos metíamos en la cocina los domingos bien tempranito para sorprender a mis padres. Bueno, en realidad a mi padre, pues mi madre prefería tomar un desayuno más "español"; como eran las rodajas de pan, fritas en aceite de oliva y espolvoreadas de azúcar....
Utilizábamos una mezcla que ya venía preparada y sólo había que añadirle la leche. La verdad es que estaban buenísimas. Años más tarde, cuando me entró el "gusanillo" de la cocina, conseguí la receta de los "verdaderos" pancakes y desde entonces es la que preparo en casa.
Aunque puede parecer sencillo, conseguir unos pancakes perfectos no es nada fácil. Existen unos detalles que hay que tener en cuenta. Hacer la mezcla en el orden correcto es sumamente importante.
Los mejores pancakes, se consiguen cuando el interior del mismo está esponjoso y tierno y el exterior está dorado y con un toque crujiente muy superficial.
Como norma general se seguiran estos consejos:
1. Los ingredientes "secos" de la masa, deben pasarse por un tamiz para que se mezclen bien y no hagan grumos.
2. Es indispensable mezclar los ingredientes "líquidos" muy bien, antes de combinarlos con los "secos". Mancharemos más, pero el resultado será mejor.
3. Cuando juntemos los ingredientes sólidos con los líquidos, utilizaremos el batidor de varillas y batiremos lo menos posible. Si batimos en exceso, nos quedarán unos pancakes bastante más bastos y menos esponjosos.
4. Al utilizar una mezcla de leche y agua, se retrasa el cuajado del huevo, consiguiendo así, una masa más esponjosa y ligera.
PANCAKES
Ingredientes:( salen 12 unidades)
1 taza y media de harina( 170 grs.)
3 cucharaditas de levadura en polvo
1 pizca de sal
1 cucharada de azúcar vainillado
200 ml. de leche
75 ml. de agua
2 huevos
50 grs. de mantequilla derretida
Mezclamos la harina, la levadura, la sal, el azúcar vainillado y lo tamizamos (con un colador) sobre un bol.
Por otro lado, mezclamos la leche, el agua, los huevos batidos y la mantequilla fundida. Añadimos los líquidos a la mezcla de harina y mezclamos con varillas.
Precalentamos una sarten de fondo grueso antiadherente. Embadurnamos la sarten con un pelín de aceite o mantequilla derretida. Con un papel de cocina, retiramos el exceso.
Con un cucharón, vamos vertiendo en la zona central de la sarten, la cantidad suficiente para formar un pancake de unos 10 cms. de diámetro.
Estará listo cuando se vea que está seco en los bordes y se han formado burbujas en la parte superior. Antes de darle la vuelta, levantamos un poquito con una espátula para ver si ya tiene un bonito color dorado por abajo.En esta foto se ven perfectamente las burbujas.
Una vez le demos la vuelta, no debemos nunca presionar con la espátula. Esto no hará que se cocine más rápidamente, sino que hara que pierda esponjosidad.
Vamos colocando los pancakes unos sobre otros para que se mantengan calientes. Servimos inmediatamente.
Lo más tradicional es bañarlos con
sirope de arce, un jarabe delicioso que se elabora en Canadá y Estados unidos.
Tambien se pueden acompañar de mantequilla, mermelada o miel, como en este caso.