Tengo la suerte de vivir en un pueblo costero en el cual se puede conseguir pescado y marisco con la garantía de que acaba practicamente de pisar tierra.
Así que cuando me topé con el bichito que véis más abajo, inmediatamente se dibujó una foto en mi cabeza. Un arroz con bogavante de esos que hacen historia...
Por otro lado, llevaba tiempo viendo el anuncio de la televisión en el cual promocionaban un nuevo tipo de arroz de grano corto que mantenía el grano entero sin pasarse. El arroz Brillante Sabroz.
Sabía que el marisco iba a responder a mis espectativas, pero y el arroz? pronto saldría de dudas
ARROZ CON BOGAVANTE
ingrs. para 2 personas
1 bogavante de 1,200 kgs.
300 grs. de arroz
1 litro de fumet de marisco y/o pescado
1 cebolla pequeña
1/2 pimiento verde
1 tomate bien maduro
sal
1 cucharadita colmada de pimentón dulce
aceite de oliva virgen extra
Sé que no es fácil, pero el bogavante preferiblemente debe estar vivo. Por supuesto que se puede utilizar un bogavante congelado, pero habrá perdido encanto...
con un cuchillo bien afilado, separamos el cuerpo de la cabeza, así sin piedad ninguna!
Cortamos la cabeza a la mitad.
A continuación, cortamos el cuerpo siguiendo los pliegues que tiene marcados en el vientre.
Las patas las dejamos enteras pero les damos un golpe seco con un mazo de madera con el fin de que luego sea más fácil retirar la carne de su interior.
Así debe quedar el susodicho animalillo tras una primera fase. Es importante no desechar los jugos verdes que saldrán del bogavante. Los aprovecharemos para darle sabor al arroz.
Es importante contar con un buen caldo (fumet) de pescado y/o marisco. Os explico como se prepara en este post. Este sí puede ser congelado.
En una cazuela baja, tipo paella, he puesto unas tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra (aove). La cebolla la piqué bien fina y la sofreí. Seguidamente añadí el pimiento verde en cubitos pequeños y el tomate rallado sin piel.
Cuando la cebolla estaba blandita, le agregué el pimentón dulce y revolví para que tostarlo, separando la cazuela del fuego, para evitar que se quemase.
Puse los trocitos de bogavante sobre el sofrito y dejé que cambiase de color. Se pondrá rojo en cuestión de segundos...tímido que nos salíó el pobrecillo. Añadimos también en este momento, esos líquidos oscuros que soltó al cortarlo. Enseguida se tornarán rojizos.
El arroz será lo que añada a continuación. Agité la cazuela para que se impregnase del saborcito que ya se intuía.
Según figura en las instrucciones de uso del mencionado arroz, se debe utilizar más cantidad de líquido que para un arroz corto normal, así que una vez tenía el caldito bien caliente, lo agregué a la cazuela.
En cuanto empezó a hervir, bajé el fuego y dejé que se cocinase durante unos 18 minutos a fuego suave, agitando la cazuela con frecuencia.
Pasado este tiempo, apagué el fuego y le coloqué una tapadera a la cazuela para que "sudase" y acabase de hacerse durante unos 5 minutos más.
Visualmente ya me había conquistado el arroz Brillante Sabroz. El grano había crecido considerablemente pero no se veía ningún grano abierto, lo que significaba que no se había pasado.
Cuando lo probé, quedé maravillada de su consistencia. Blando, entero, cremoso y sobre todo sabroso. A diferencia del arroz largo Brillante que había utilizado en numerosas ocasiones, éste realmente sabía a lo que le había puesto !
No me queda más que recomendar que por lo menos probéis este arroz en vuestro próximo plato. Notaréis la diferencia con los habituales de grano corto que en menos que canta un gallo, se quedan apelotonados y como engrudos.
Mirad si estaba bueno, que había puesto 300 grs. para dos pensando en que sobraría un poco para la cena, craso error!!
Texto y fotografías: Pilar Martínez
© www. lacocinadelechuza.com