"Cuando cocino necesito comenzar en un ambiente inmaculado, aunque después
todo quede revuelto de nuevo.. Así que antes de nada, paso mi Vileda 1.2.Spray ya la conoces? te hable de ella aqui " Publicidad
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
En numerosas ocasiones abrimos el frigo y nos encontramos un par de filetitos de pollo o de cualquier otro tipo de carne que no nos dicen nada....
Pero poniendo a funcionar la imaginación y con un par de ingredientes más que habitualmente tenemos en casa, podemos sorprender a nuestra familia con un plato que gustará a todos.
Ya sabéis que yo no tiro nada, así que siempre tengo en mi congelador un trocito de masa sobrante de alguna empanada. Y os puedo asegurar que me ha solucionado la papeleta en más de una ocasión.
Partiendo de esos 300 grs. de masa congelada y una pechuga de pollo, he preparado unas empanadillas jugosas hasta decir basta!!
EMPANADILLAS DE POLLO Y BACON
300 grs. de masa para empanada ( receta aquí )
1 pechuga de pollo
100 grs. de bacon ahumado
1 cebolla pequeña
1 latita de 120 grs. de pimientos del piquillo
perejil picado
sal y aceite
La masa la dejé descongelar en el interior del frigo desde la noche anterior, pero si no os acordáis de este paso, la sacáis directamente a la encimera y en un par de horas estará lista para su uso.
La pechuga de pollo la piqué con el cuchillo dejando los trocitos algo grandes, como de 1 cm.
Hice lo mismo con las lonchas de bacon ahumado.
En una sartén, puse la cebolla bien picadita a pochar. Seguidamente añadí el bacon para que se friese un poquito.
A continuación la pechuga de pollo. Revolví bien pero sin cocinar en exceso.
Finalmente agregué los pimientos del piquillo (ahumados) cortados en trocitos pequeños.
Integrado todo, lo dejé enfriar para que luego no se albande la masa.
Con un rodillo estiré la masa lo más finamente posible. Con un tazón corté los círculos. Aproximadamente tienen 10 cms. de diámetro. Si tenéis más paciencia, podéis hacerlas más pequeñitas, son ideales para un aperitivo.
En cada círculo de masa puse una cucharada colmada de relleno. Es importante que esté completamente frío, ya que de lo contrario se reblandece la masa y se nos puede romper al cerrar las empanadillas.
Cerramos presionando con un tenedor por todo el contorno de la empanadilla.
Freímos en abundante aceite caliente y según se vayan dorando, las vamos sacando a una fuente con un papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Una vez templadas, damos buena cuenta de ellas. Una verdadera delicia.
Texto y fotografías: Pilar Martínez © lacocinadelechuza.com