Hace ya tiempo que no publico una receta en cazuela de barro y sois much@s los que me venís demandando que utilice este "cacharrillo".
Sabéis por recetas anteriores que aun teniendo vitrocerámica o cocina de inducción, podemos utilizar la cazuela de barro de toda la vida. En el mercado hay cazuelas aptas para este tipo de cocina, pero somos much@s los que tenemos las clásicas, las heredadas de nuestras madres y/o abuelas que duermen placidamente en un rincón del trastero o del garaje de casa.
Pues bien, desenpolvad vuestras cazuelas, dadles un buen lavado y a cocinar.Ehhh, pero primero tenéis que adquirir en cualquier bazar/ferretería/gran superficie una base de acero inoxidable en el tamaño que necesitéis a razón del tamaño de la cazuela.
Hecho esto, ya podréis cocinar con el sabor de los guisos de antaño. Si vais a estrenar una cazuela de barro, es aconsejable dejarla toda la noche sumergida en un barreño lleno de agua. Al día siguiente la dejáis secar bien y listo.
Pero vayamos con la receta que es lo importante. Por cierto, sale estupenda tambien en una cazuela de otro material, pero el saborcillo ya no es el mismo....
CONEJO CON ARROZ
Ingrs. para dos personas
medio conejo partido en trozos
ajo, sal y perejil
1 cebolla
1 zanahoria
1/2 pimiento rojo
1/2 pimiento verde
50 grs. de guisantes
1 vaso de vino blanco
200 grs. de arroz
500 ml. de caldo de ave o verduras
Picamos el ajo, el perejil y la sal y con esta mezcla adobamos las piezas del conejo una hora antes de cocinarlo. Lo guardamos en el frigo.
En una sartén, ponemos el conejo a dorar hasta que tenga un color bonito. Reservamos
En nuestra protagonista, la cazuela de barro, ponemos tres cucharadas de aceite de oliva virgen y sofreímos la cebolla, el pimiento rojo, el verde y la zanahoria todo picado a nuestro gusto. Dejamos que cocine durante unos 5 minutos.
Pasado este tiempo, añadimos los trozos de conejo a la cazuela. Así como todo lo que queda en la sartén en la que hemos dorado la carne. Resultará un fondo riquísimo.
Cubrimos con el vino blanco y dejamos que hierva para que evapore el alcohol. Seguidamente agregamos el caldito y cuando empiece a hervir, agregamos el arroz. En este caso utilicé arroz vaporizado, pero no es el que utilizo habitualmente. Me gusta más un arroz de grano corto, pero como en esta ocasión el plato tenía que esperar por los comensales, me pareció más adecuada esta variedad.
Dejé que cociese durante unos 18 minutos y apagué el fuego. En la cazuela de barro el calor se mantiene durante mucho tiempo desde que apagamos. Así que apartamos de la fuente de calor y cubrimos con una tapadera. El uso del arroz vaporizado me garantizó que una hora más tarde, no estaría todo hecho un engrudo.
Texto y fotografías: Pilar Martínez © www. lacocinadelechuza.com