PULPO CON ARROZ A LA PORTUGUESA

A pesar de ser vecinos y tener muchas cosas en común, Galicia y Portugal cocinan de forma muy distinta.
Uno de sus platos más conocidos, además del bacalao ( de mil maneras) es el pulpo con arroz.
Aquí en Galicia se consume muchísimo pulpo, pero casi siempre preparado " a feira". Después de visitar muchos blogs portugueses, he visto que lo preparaban con arroz y la verdad tenía muy buena pinta.
Os aseguro que es la primera vez que lo hago. Y puedo decir que no será la última. Nos ha encantado. Su textura es cremosa y su sabor sorprendentemente suave.

Evidentemente, el hecho de utilizar un pulpo de primerísima calidad, procedente de la zona de Camariñas, ha contribuido a que éste plato fuese un éxito en casa. Cocinar y que todo salga bien, depende en gran parte de la calidad de los alimentos, por eso, es preferible no escatimar a la hora de comprar productos frescos.

ARROZ CON PULPO " A LA PORTUGUESA"



1 pulpo de 1,500 grs.
400 grs. arroz de Calasparra
1/2 pimiento verde
1 cebolla mediana
2 dientes de ajo
1 cucharadita de pimentón dulce
perejil
sal gruesa

Primero coceremos el pulpo. Si está congelado, os recomiendo que lo descongeléis previamente.
Ponemos una cacerola con abundante agua a hervir con una cucharada de sal gruesa. Cuando hierva, introducimos el pulpo, subimos y bajamos tres veces. Esta operación se efectúa para evitar que el pulpo se despelleje, pero sinceramente, hay veces que por las prisas no lo hago y no pasa absolutamente nada. Pero la tradición manda.....

Lo dejamos cocer apenas 15 minutos, ya que seguirá cociendo luego con el arroz y no queremos que se nos deshaga.


Lo retiramos de la olla y lo dejamos enfriar. El agua en la que ha cocido ni se os ocurra tirarla !! Luego la utilizaremos para cocer el arroz.

En una cazuela de barro, ponemos a pochar la cebolla, el pimiento y los ajos picaditos.

Mientras tanto, cortamos el pulpo en rodajas con unas tijeras. Lo añadimos al sofrito y lo espolvoreamos con pimentón dulce.

Damos unas vueltas y añadimos el arroz. Medimos el triple de agua que de arroz y añadimos. Normalmente pondríamos el doble de líquido que de arroz, pero como se trata de un arroz caldoso, es necesario añadir más cantidad.

Dejamos cocer afuego medio y si hiciese falta, añadiríamos más agua del pulpo.

Cuando el grano del arroz esté ya blandito, apagamos y dejamos reposar cubierto durante unos 5 minutos.

Servimos bien calentito y espolvoreado con un poquito de perejil picado.

COLIFLOR GRATINADA CON BECHAMEL Y BACON

Esta es la primera receta que publico, que tiene como ingrediente principal a la coliflor. Antes, sólo se encontraban coliflores en los meses invernales.Actualmente se pueden encontrar durante todo el año unas coliflores hermosas.Incluso coliflores mini y coliflores moradas.

Casi siempre les retiran las hojas verdes que rodean a la masa blanca central. Pero esas hojas verdes, son una verdadera delicia. En Galicia todavía se pueden adquirir en los mercados al aire libre, unas coliflores estupendas con todas sus hojas.

Si tenéis ocasión, probadlas y veréis qué maravilla.

Para la receta de hoy, no he utilizado la parte verde. La escalfé y la tengo en el congelador para otro día.

COLIFLOR GRATINADA CON BECHAMEL Y BACON



Ingredientes:

1 coliflor de 1kg. aprox.
200 grs. de bacon en taquitos
2 o 3 tomates maduros
1 taza de bechamel clarita
aceite
1 cebolla pequeña
2 dientes de ajo
orégano
una pizca de sal
una pizca de azúcar
queso rallado al gusto

Primero lavamos y cortamos la coliflor en ramitos. Le cortamos el exceso de tallo y la ponemos en agua hirviendo durante 7 minutos aprox. Escurrimos y reservamos.

Preparamos la salsa de tomate: pelamos y picamos los tomates en trocitos pequeños.

En una cucharada de aceite doramos la cebolla picada y los ajos. Añadimos los tomates y dejamos que cueza hasta que espese. Sazonamos con sal, azúcar y oregano al gusto. El azúcar se añade para eliminar el sabor ácido del tomate. Pasamos por la batidora y reservamos.

En un poco de aceite, doramos ligeramente el bacon. Reservamos.

En una fuente que pueda ir al horno, ponemos una capa de tomate frito casero. Se puede hacer con tomate industrial, pero como diría Alejandro Sanz: " no es lo mismo".

Sobre el tomate colocamos los ramitos de coliflor e intercalamos el bacon. Vertemos la bechamel por encima y cubrimos con el queso rallado.

 

Metemos al horno precalentado a 180º durante unos 8 minutos o hasta que se forme una costra doradita y crujiente.

 

Os garantizo que la coliflor queda muy suave y como la bechamel se mezcla con el tomate, no se hace nada pesada.

PECHUGA DE POLLO AL CURRY CON ARROZ

Me hace gracia publicar ésta receta por su sencillez. Quizá sea la más "exótica" de todas las que hago. Y a diferencia de la mayoría, no lleva pimentón.......(Josemari, que tienes que decir a esto? )

Bueno, bromas aparte, supongo que es una receta conocida por la gran mayoría de vosotros, pero no me podía resistir, ya que la he comido hoy mismo y me ha gustado tanto que quiero compartirla.

PECHUGA DE POLLO AL CURRY CON ARROZ



Ingredientes: ( para 2 personas)

2 pechugas de pollo sin piel y cortadas en tacos
2 dientes de ajo
media cebolla
1 cucharadita de curry en polvo
1 brick pequeño de nata para cocinar
1 tazón de arroz largo
2 tazones de caldo de pollo
sal y aceite

Adobamos las pechugas con los ajos picados y una pizca de sal.

En una pizca de aceite bien caliente, doramos ligeramente el pollo y lo reservamos caliente.

En la misma sartén y añadiendo un pelín más de aceite, doramos la cebollita muy picada.

Una vez la cebolla esté blandita, incorporamos nuevamente los trocitos de pollo y bañamos con la nata.

Espolvoreamos el curry en polvo a gusto. Yo le he puesto una cucharadita, pero le podéis poner más o menos.
Dejamos que dé un hervor y apagamos.

Mientras tanto, en un cazo ponemos una cucharadita de aceite y doramos un par de dientes de ajo. Incorporamos el arroz y doble cantidad de caldo de pollo.
Dejamos que cueza a fuego lento y destapado durante unos 20 minutos.

Hacemos una corona con el arroz y servimos con el pollo en el hueco central junto con la salsita.

TARTA DE GALLETAS Y CHOCOLATE

Todo un clásico de los cumpleaños de ayer y de hoy. Esta tarta es en mi opinión, la que más gusta a grandes y pequeños. Con pequeñas variaciones, se puede pasar de una sencilla tarta de cumpleaños, a todo un "placer adulto" simplemente cambiando el zumo de naranja o la leche, por un licor más o menos intenso.

Cuando mis hijos eran pequeños y hacíamos las fiestas típicas de cumpleaños, no había nunca una tarta de "pastelería". Jamás encargué esas fantásticas tartas con decoraciones estupendas que deslumbraban a los críos. Cuando los invitaban a un cumple, las tartas "compradas" siempre resultaban tan empalagosas, que nadie tomaba su porción entera y finalmente había que tirarla.

Por eso, durante años, les he estado preparando unas tartas distintas, creo que muy originales y que sorprendían a todos los invitados. Además con muy poquito gasto que ya bastante se gastaba en regalos ( como uno cumple el día 11 y el otro el 16 de Agosto, se le celebraba la fiesta a los dos juntos).

La primera tarta graciosa que preparé, fué un tren de chocolate. Todo era comestible;tanto el tren como las traviesas de las vias, las piedritas del camino, etc. Además, ellos participaron en su preparación y creo que disfrutaron de lo lindo.

Otra tarta, fué la de la camiseta del R.C.Deportivo de La Coruña. Estuve días buscando "lacasitos" azules por todas las tiendas de golosinas. La plancha de bizcocho como era demasiado grande y no me cabía en el horno, la encargué en la panadería.

Quizá la que resultó más original y más laboriosa fué la del Estadio de Riazor. Confeccioné las gradas con cartulina, con su publicidad y todo ! Los jugadores eran piruletas con caras, a las que le añadí el uniforme del Depor y del R.Madrid. Las líneas del campo eran espaguettis !! El caso es que fuese todo comestible, je,je.

Pero volvamos el presente, que me enrollo como una persiana y me pongo melancólica....

TARTA DE GALLETAS Y CHOCOLATE



Ingredientes:
(para un molde de 35 x 25 cms.)

3 paquetes de galletas cuadradas
1/2 litro de licor ( moscatel en este caso) pero puede ser leche o zumo de naranja

Para la mousse de chocolate:

225 grs. de chocolate negro
4 huevos
100 grs de azúcar

Para la crema pastelera:

4 yemas
100 grs. azúcar
50 grs. maizena
1/2 litro de leche
30 grs. mantequilla
1 sobre azúcar vainillado

Para la cobertura de chocolate:

100 grs. chocolate fondant
50 grs. nata
1 cucharada de mantequilla


Como diría" Jack el destripador", vayamos por partes.....

En primer lugar preparamos la crema pastelera. Batimos los huevos con el azúcar y el azúcar vainillado. Disolvemos la maizena en la leche y mezclamos con lo anterior.

Ponemos a fuego suave revolviendo continuamente hasta que espese. Reservamos.

Ahora vamos con la mousse de chocolate. Separamos las claras de los huevos y montamos a punto de nieve.
Batimos las yemas con el azúcar hasta que forme espuma. El chocolate lo fundimos y lo dejamos entibiar. Cuando esté casi frío, añadimos las claras con movimientos suaves para que no bajen. Finalmente añadimos todo a la mezcla de yemas y azúcar. Dejamos enfriar totalmente.

Preparamos también la cobertura. Fundimos el chocolate con la nata y la mantequilla. Revolvemos bien para su total disolución y reservamos.

Ahora sólo nos queda el montaje.

Vamos mojando las galletas en el líquido elegido (leche, zumo de naranja, etc.) en éste caso un moscatel.

Colocamos una primera capa de galletas "borrachas" cubriendo todo el fondo. Si fuese necesario romperemos algunas para cubrir los pequeños huecos.

Cubrimos con una capa de crema pastelera.

Volvemos a poner otra capa de galletas y cubrimos con la mousse de chocolate. No escatiméis, pues al enfriar se contrae y queda más finita.

Volvemos a cubrir con más galletas

y finalmente bañamos toda la parte superior con la cobertura de chocolate.
Espolvoreamos con el fideo de chocolate y dejamos enfriar en el frigorífico.

Detalle del corte:



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COSTILLAS DE CERDO GUISADAS CON PATATAS

Después de unos días de muchísimo calor para la época en la que estamos, hoy Galicia se vuelve a vestir de gris y comienzan de nuevo las lluvias. Además han bajado bastante las temperaturas y he tenido que encender de nuevo la calefacción.
Tenía intención de comenzar con las comiditas ligeras y fresquitas pero me he decidido por una comida consistente y que apecete en los días fríos.
Es muy sencilla de preparar y si la hacéis con carne de cerdo "casero" como es el caso, la diferencia de sabor es abismal.
No me gusta mucho comprar la costilla en el super desde que me enteré que les llega congelada y luego la venden como fresca. Los frescos son ellos !!
Por eso, cuando tengo costillita de la buena, preparo para mi familia estos "guisotes" de cuchara que tanto nos gustan.

COSTILLA DE CERDO GUISADA CON PATATAS



1.200 grs. de costilla fresca
1 cebolla
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
1 zanahoria
1 tomate rallado
50 grs. de guisantes
1 vaso de vino blanco
3 o 4 patatas
1 cucharadita de pimentón dulce
azafrán
sal
1 diente de ajo

Cortamos en primer lugar la costilla en palitos. Esto es, cada trozo llevará un hueso. Picamos el ajo. Adobamos las costillitas con sal y ajo y las dejamos una hora aprox. con el adobo.

En una cazuela, ponemos unas 3 cucharadas de aceite de oliva. Doramos la costilla hasta que tome color, añadimos la cebolla picadita y tambien picaditos los pimientos, la zanahoria y el azafrán. Revolvemos el conjunto para que se impregnen bien de todos los sabores.

En este momento, añadimos la pizca de pimentón dulce ( creíais que me había olvidado, eh?)
Añadimos el tomate rallado, momento en el que dejará de chisporrotear la cazuela pues el tomate tiene mucha agua.
Bañamos con el vino blanco y dejamos evaporar unos minutos. Momento que aprovechamos para añadir los guisantes y un vaso de agua si hiciese falta para cubrir la carne. Dejamos cocer unos 25 minutos, hasta que esté tierno, pero cuidado! no queremos que se nos separe la carne de los huesos!

Ahora, "chascamos" las patatas y las añadimos al guiso. Dejamos cocer durante unos 6-7 minutos dependiendo de la calidad de las mismas.
Cuando estén bien blanditas, apagamos el fuego y dejamos reposar unos minutos para que espese el guiso.



Y al final.......servimos y por supuesto, las costillitas se pueden comer con las manos, que están más buenas.

Os dejo unos versos que recoge Angel Muro en su obra El Practicón, de finales del siglo XIX:

-Quien come bien, bebe bien;
quien bien bebe, concededme,
es forzoso que bien duerme.
Quien duerme no peca y quien
no peca, es caso notorio
que, si bautizado está,
a gozar del cielo va
sin tocar el purgatorio.
Esto arguye perfección;
luego, según los efectos,
si son santos los perfectos
los que comen bien, lo son.

(Hoy con las prisas, mi amigo buho no salió en las fotos.)

CROQUETAS DE COCIDO

Esta es la receta favorita de quien os escribe. No sólo me gustan las croquetas, sino que me encanta hacer la masa. Los recuerdos que me trae de cuando mi madre las hacía, en aquella sartén de hierro ( negra con puntitos blancos) y que a medida que iba espesando la bechamel, se iba formando una capa tostadita en el fondo.( Foto: mis padres y yo con 2 años)

Mis hermanos y yo, nos pedíamos siempre "rascar la sartén". Menudas trifulcas montábamos. Aquella capa dorada, crujiente y sabrosa que quedaba en el fondo, sabía a gloria bendita.

A mis hijos les aficioné a éste manjar desde pequeñitos. Lo malo es que ahora las sartenes son anti-adherentes y no se pega nada. A veces incluso preparo la masa de las croquetas en una sartén vieja para que disfruten "rascando la sartén".

Bueno, no es una receta muy original, pero como en cada casa la preparan de una forma distinta, me dije, pues voy a enseñarles cómo hago las croquetas con las sobras del cocido.Normalmente caían los lunes, pues el domingo se hacía un cocido tremendo y por supuesto, siempre sobraba de todo ( pollo, lacón, jarrete, etc.) y claro, se aprovechaba al día siguiente.

Las cantidades para esta receta va un poco a ojo, pues nunca sobra la misma cantidad de cocido y nunca las he medido. Pero si os fiáis de mi y seguís las indicaciones, seguro que no os fallan.

CROQUETAS DE COCIDO



Restos de cocido( lacón, pollo, carne ternera,etc.)
1 cebolla picadita
harina
leche
huevo batido
1 cucharada mantequilla
pan rallado
harina

Primero deshuesamos todas las carne concienzudamente. No queremos encontrar "tropezones" de hueso, en el medio de la croqueta.
Una vez hecho ésto, yo paso las carnes por la picadora hasta que está picada pero no pulverizada. Mi madre utilizaba un artilugio llamado "media luna". Era una pieza metálica en forma de media luna que tenía filo todo alrededor y unas empuñaduras de madera.

Ahora, en una sartén amplia ( dependiendo de la cantidad de croquetas a preparar) pongo un par de cucharadas de aceite y una cucharada de mantequilla, voy pochando lentamente la cebolla picada.

Cuando está blandita, añado las carnes picadas y doy unas vueltas.

Ahora, dependiendo de la cantidad a preparar y de lo "cargadas" que se quieran, se añade la harina. Por ej. para aprox. 1/2 kg. de carne yo añadiría 4 cucharadas de harina.

Revolvemos para que la harina absorba la grasa y se cocine un poco para perder el sabor a "crudo". Cuando ya no se vea la harina, se añade la leche. La cantidad debe ser suficiente para cubrir toda la carne. En este momento probamos de sal y rectificamos.

Empezamos a revolver el conjunto y si vamos viendo que queda demasiado espeso, vamos añadiendo leche poco a poco . Si por el contrario queda demasiado líquida, dejamos cocer a fuego bajo, hasta que tenga la consistencia deseada.

Una vez se forme una masa y se desprenda de la sartén, es el momento de pasarla a una fuente ligeramente engrasada con aceite y dejarla enfriar. Esto es mejor hacerlo de víspera, así la masa enfría totalmente y se puede manejar mejor.

Una vez tengamos la masa de las croquetas completamente lista, vamos tomando montoncitos con la mano y formando las croquetas del tamaño que nos apetezca.
Pasamos las croquetas por harina, luego por huevo y finalmente por pan rallado. Yo en éste punto, las hago rodar por la mesa de la cocina, para que queden lo más perfectas posible.

Finalmente no queda más que freírlas en aceite de oliva para que se forme una costra crujiente y ése dorado tan tentador.



Yo suelo hacer un montón de croquetas de cada vez. Las congelo y luego tengo solucionada una cena, unos pintxos, una visita inesperada, etc.
Además del cocido, se pueden aprovechar restos de un guiso, de pescado, de jamón y queso, etc.