14 de abril de 2020

TRENZA DE HOJALDRE RELLENA DE CABALLAS

 Estos días estoy "trasteando" por la cocina de una manera obsesiva. Tengo tantas ganas de hacer cosas que hasta hace poco tiempo no podía, que me faltan horas para hacer todo lo que tengo en mente.

Además de eso, tengo "material" en el congelador, que si no lo aprovecho ahora, quizá mañana pueda ser tarde...Y no están los tiempos como para tirar nada!

Guardo, desde el verano, un par de planchas de hojaldre que andan de un lado para otro del arcón congelador. 
Tengo un buen amigo que me regala de vez en cuando caballas (xardas, en Galicia) mega frescas que con mimo envaso al vacío y guardo en esta cueva de frío que me soluciona la vida en estos momentos en los que se recomienda salir lo menos posible.
Estos dos factores fueron determinantes en la receta.

Hoy saqué dos caballas del congelador a primera hora de la mañana. Tenía intención de hacerlas al horno con una base de patata panadera, con su cebollita, su pimiento morron, etc.
En el momento de ir a buscarlas, me topé por enésima vez con el rollo de hojaldre! Madredelamorhermoso! Y se me encendió la bombillita...

TRENZA DE HOJALDRE RELLENA DE CABALLAS


Ingredientes:

1 base de hojaldre redonda
2 caballas de buen tamaño
Puerro*
Calabacín*
Berenjena*
Aceita de oliva virgen 
Sal
1 cucharada sopera de cebolla caramelizada
1 cucharada sopera de mostaza
1 huevo batido( para bañar la trenza)
semillas de amapola

* Los ingredientes del sofrito están tambien congelados, y así directamente los voy a poner en una sartén con una cucharadita de aceite de oliva. No he puesto cantidades, porque eso dependerá de cuan grande sea vuestra trenza. A ojímetro, pueden ser dos cucharadas de cada uno de los ingredientes.

Es importante que el sofrito se cocine bien y no quede agua en el fondo. De todos modos luego os daré un truquillo.

Una vez bien cocinado, salamos y añadimos la cebolla caramelizada y la mostaza. La razón principal es porque tenía dos botes abiertos y tenía que darles salida. Podéis poner cebolla fresca a freír con los demás vegetales. Y si no os gusta la mostaza, simplemente no la pongáis.



Las dos caballas, las abrí quitándoles todas las espinas, la del centro y las que se encuentran todo a lo largo de los lomos. Adobé los filetitos con mi adobo de cabecera: aceite, ajo, perejil y sal.


Es importante dejar enfríar bien el sofrito antes de ponerlo encima del hojaldre. De lo contrario, la masa se ablandará y no quedará muy crujiente.

Tambien, y aquí viene el truquito, podéis poner una cucharada sopera de pan rallado en la zona donde vais a poner el sofrito. El pan rallado absorberá el exceso de humedad y permitirá que la base del hojaldre se quede super crujiente.

Sobre la fritada, colocamos los lomitos de caballa.

Cortamos a ambos lados de la masa, unas tiras de aprox. 3 cms. de ancho que serán las tiras de nuestra trenza.
En la imagen veis mejor lo que quiero decir.

Vamos trenzando hasta llegar al final e intentarmos meter los bordes finales, tanto de arriba como de abajo, hacia dentro.

Bañamos nuestra trenza con el huevo batido y espolvoreamos con las semillas de amapola. Nuevamente podeís utilizar lo que tengáis a mano, sésamo, pipas, etc. O directamente, prescindir de ellas.


Hornearemos a 220ºC con calor arriba y abajo durante unos 20 min. o hasta que veamos que la trenza tiene un bonito color dorado.

Dejamos entibiar antes de servir.



Texto y fotografías: Pilar Martínez © www. lacocinadelechuza.com

10 de abril de 2020

RODABALLO CON LANGOSTINOS A LA CREMA

No sé exactamente como comenzar esta entrada. Hace ya tres años, sí 3 que no escribo ninguna receta nueva en el blog.

Como seguramente todos sabréis, llevo trabajando como cocinera (a jornada completa) todo este tiempo. Anteriormente, lo hacía a tiempo parcial, lo que facilitaba la posibilidad de dedicarle a esta bitácora bastante tiempo.

Mi trabajo es duro, pero muy gratificante. No puedo estar más satisfecha por haber conseguido trabajar en lo que más me gusta, que es la cocina.

La situación por la que estamos pasando, la cuarentena por Covid-19 y que nos mantiene en aislamiento en casa, es la que ahora mismo, me está dando la oportunidad de volver a retomar el blog.

Estoy nerviosa y a la vez ilusionada. Incluso se me había olvidado como se accedía a la plantilla del blog para escribir una nueva receta, veremos cuando suba las fotos a ver si me sale...

A través de otras redes sociales (Facebook e Instagram) he estado subiendo alguna que otra receta con una explicación básica de su elaboración. En estos días intentaré hacerlo aquí en el blog para que queden archivadas junto con las otras que guardo desde el año 2007.

Espero que os guste, a mí me encantó. Y como siempre, si os surge alguna duda, no tenéis más que preguntar, ya sea por aquí dejando un comentario, o por cualquiera de mis otras RRSS.

RODABALLO CON LANGOSTINOS A LA CREMA


Ingredientes: (cantidades para 1 persona)

3 trozos gorditos de rodaballo
10 langostinos
medio vaso de nata líquida

(para el caldo)

la cabeza y el vientre del rodaballo
las cabezas y las cáscaras de los langostinos
2 dientes de ajo
100 grs. de cebolla
100grs. de zanahoria
100 grss. de puerro
Azafrán, perejil y sal
1 cucharadita de pulpa de pimiento choricero
1 vaso de vino  blanco

Empezamos limpiando bien el rodaballo y salándolo con sal gruesa.

Los langostinos (que eran congelados) una vez descongelados, los pelamos y reservamos.

En una cazuela, ponemos un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra y un par de dientes de ajo fileteados. 
Cuando empiece a coger color, añadimos la cabeza y el vientre del rodaballo junto con las cabezas y las cáscaras de los langostinos. Cocinamos un poco.


Seguidamente añadimos la cebolla, la zanahoria y el puerro. El azafrán, perejil, sal y cubrimos con el vino blanco.



Añadimos agua suficiente para cubrir todo y dejamos que hierva a fuego medio durante una hora. Se concentrará todo el sabor de los ingredientes y tendremos un fondo rico, rico.



Pasado este tiempo, colamos el caldo y reservamos. Como no vamos a utilizarlo todo, el que nos sobre lo guardamos o congelamos para utilizarlo en otro plato, se me ocurre que un arroz con casi nada, quedará estupendo con el sabor que le va a dar el fondo que tenemos hecho...



Procedemos a elaborar el plato propiamente dicho. Por lo que en una cazuela baja ponemos una cucharada de aceite de oliva virgen y calentamos bien.
En este aceite, doramos el rodaballo por todos los lados y en cuanto coja color, añadimos los langostinos pelados.


Añadimos un vaso y medio de caldo a la preparación y en cuanto hierva añadimos la nata líquida. Rectificamos de sal y añadimos perejil picado.






Agitamos la cazuela y en menos de 5 minutos la salsa habrá espesado y podremos retirar del fuego.


Servimos con unas patatas fritas tipo "chips" en un plato aparte, para que la salsa no ablande la textura de las mismas.


Os aseguro que merece la pena y ya véis que lleva más tiempo hacer el fondo, que preparar el pescado.

**Os pido disculpas por la poca calidad de las imágenes, las subí del movil directamente al blog y sin editar ni nada. En futuras publicaciones intentaré mejorar este "pequeño detalle"



Texto y fotografías: Pilar Martínez © www. lacocinadelechuza.com

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