Ahora sí que podemos decir que entró el otoño en Galicia. Llevabamos varios meses de prolongación del verano, incluso hemos tenido temperaturas más altas que en pleno de mes de agosto.
Pero finalmente, este fin de semana hemos sido visitados por el primer temporal, preludio de los que vendrán a lo largo de los próximos meses. Es que Galicia sin estos vientos, estas lluvias y estos fríos, no sería la misma.
Por eso ahora mismo, lo que apetecen son platitos de cuchara. Platos que llegan humeantes a la mesa y van dejando el rastro de un aroma inconfundible a invierno.
En la despensa tenía unas fabas que me traje de mi viaje a Vilanova de Lourenzá. En el congelador unos codillos de cerdo esperando a ser consumidos en guiso y una buena selección de verduritas tambien congeladas que voy guardando cuando en el mercado aparecen a buen precio.
Con estos ingredientes y con la lluvia golpeando contra los cristales con la furia que caracteriza a los vientos del norte, me dispuse a preparar este guisote tradicional.
Pero finalmente, este fin de semana hemos sido visitados por el primer temporal, preludio de los que vendrán a lo largo de los próximos meses. Es que Galicia sin estos vientos, estas lluvias y estos fríos, no sería la misma.
Por eso ahora mismo, lo que apetecen son platitos de cuchara. Platos que llegan humeantes a la mesa y van dejando el rastro de un aroma inconfundible a invierno.
En la despensa tenía unas fabas que me traje de mi viaje a Vilanova de Lourenzá. En el congelador unos codillos de cerdo esperando a ser consumidos en guiso y una buena selección de verduritas tambien congeladas que voy guardando cuando en el mercado aparecen a buen precio.
Con estos ingredientes y con la lluvia golpeando contra los cristales con la furia que caracteriza a los vientos del norte, me dispuse a preparar este guisote tradicional.
CODILLO DE CERDO CON FABAS DE LOURENZA
Ingredientes: para 3 personas
3 trozos de codillo de cerdo ( 1 kg. aprox.)
300 grs. de fabas de Lourenzá
1/2 cebolla
1 puerro
1 zanahoria
1 tomate
1/2 pimiento rojo/verde
2 hojas de laurel
1 vaso vino blanco
1 pimiento choricero
2 dientes de ajo
sal
aceite
3 trozos de codillo de cerdo ( 1 kg. aprox.)
300 grs. de fabas de Lourenzá
1/2 cebolla
1 puerro
1 zanahoria
1 tomate
1/2 pimiento rojo/verde
2 hojas de laurel
1 vaso vino blanco
1 pimiento choricero
2 dientes de ajo
sal
aceite
Las verduras las piqué en trocitos pequeños y las puse a sofreir. En dos cucharadas de aceite poché la cebolla, el puerro, la zanahoria, los pimentos morrones y el tomate. Si os fijáis en la foto de los ingredientes, todavia estaban congelados. Esto es porque cuando voy a preparar un guiso, normalmente no descongelo las verduras, van así tal cual a la olla.
En una sartén aparte, doré los trozos de codillo por todas partes hasta que tuvieron un color homogéneo.
Añadí la carne al sofrito anterior y cubrí con un vaso de vino blanco y otro de agua. Añadí el laurel y la pulpa del pimiento choricero y cociné 15 minutos en la olla a presión.
Para utilizar el pimiento choricero, debemos ponerlo en remojo en agua templada durante unos 15 minutos. Luego con un cuchillo, raspamos la pulpa y desechamos la piel. Además de un color extraordinario, le dará a nuestros guisos un sabor inconfundible.
Para utilizar el pimiento choricero, debemos ponerlo en remojo en agua templada durante unos 15 minutos. Luego con un cuchillo, raspamos la pulpa y desechamos la piel. Además de un color extraordinario, le dará a nuestros guisos un sabor inconfundible.
Yo tengo un truquito que me funciona muy bien para los guisos de fabas. Pongo las fabas en agua fría con unos trozos de cebolla. Lo pongo a hervir y cuando suelta toda esa espuma característica de las legumbres, las escurro y las paso por el chorro del agua fría. Es precisamente esa primera espuma la que más tarde puede producir esos molestos gases.
Una vez pasados los quince minutos de olla, pasé el guiso a la cazuela de barro y añadí las fabas. Dejaremos que siga cociendo a fuego suave unos 20-25 minutos más. Probaremos y rectificaremos de sal.
Una vez pasados los quince minutos de olla, pasé el guiso a la cazuela de barro y añadí las fabas. Dejaremos que siga cociendo a fuego suave unos 20-25 minutos más. Probaremos y rectificaremos de sal.
Si durante la cocción de las fabas, vemos que el guiso se nos queda seco, sin miedo añadiremos un vasito más de agua fría. Esto ayudará a que las fabas se "asusten" y cuezan mejor. No me preguntéis porqué se llama así a esta técnica, yo lo llevo oyendo desde tiempos remotos y así lo transmito....
Una vez las fabas estén tiernas y antes de que se deshagan, apagamos el fuego y como siempre recomiendo en este tipo de guisos y sobre todo en los cocinados en cazuela de barro, dejamos reposar unos minutos antes de servir.
Texto y fotografías © lacocinadelechuza.com
Una vez las fabas estén tiernas y antes de que se deshagan, apagamos el fuego y como siempre recomiendo en este tipo de guisos y sobre todo en los cocinados en cazuela de barro, dejamos reposar unos minutos antes de servir.