Prometí experimentar con las algas y lo prometido es deuda. De momento, mi primer toma de contacto con este producto ha sido exitoso.
Os acordaréis de mi entrada sobre el
Aula de cociña de Porto-Muiños. Pues bien, me hice con un paquete de algas Wakame y las he probado como acompañamiento de un plato de pescado.

Para complementarlo, he utilizado unas huevas de erizo que tenía en el congelador desde diciembre. El caso es que, durante el puente de la Constitución(del 6 al 8 de diciembre) habíamos ido a Noia y en la playa de
Baroña (Porto do Son) cogimos unos erizos maravillosos y llenitos de corales, con un color fantástico. Es la primera vez que las congelo, pero visto el resultado, no será la última.

La receta no presenta complicaciones, así que os animo a prepararla. Podéis utilizar cualquier tipo de pescado y si no disponéis de erizos frescos( o congelados) una lata de conserva de erizo os solucionará el problema. No es excesivamente cara y su sabor merece la pena.
PESCADILLA CON ALGAS Y SALSA DE ERIZOS
Ingredientes: (para 2 personas)
1 paquete de algas Wakame ( 25 grs.)
4 rodajas de pescadilla
4 vieiras
75 grs. de carne de erizo
1 cebolla pequeña
1 chorrito de caldo de pescado
pimienta negra molida
ajo
perejil, sal
aceite
Las algas se presentas deshidratadas, por lo que hay que sumergirlas en agua salada durante unos 10 minutos. Es curioso que a medida que va absorbiendo el agua, va aumentando su tamaño y según el paquete, aumenta 10 veces su peso en seco. Con lo que acabamos con 250 grs. de algas frescas.
A continuación las cocí durante 15 minutos. Las escurrí bien y las reservé.
Para preparar la salsa de erizos, puse un poquito de aceite en una sartén. Cociné la cebolla y los ajitos hasta que estaban transparentes, le puse los erizos y un pelín de pimienta. Cociné y con cuchara de madera fuí deshaciendo la carne hasta que estuvo muy cremosa. Le añadí un chorretín de caldo de pescado . No mucho, pues no quería perder el sabor intenso a mar ni el color de la salsa. La trituré con la batidora y reservé.
Salé las rodajas de pescadilla y en una sartén con muy poquito aceite, las doré por ambos lados. Al mismo tiempo, cociné las vieiras. El tiempo que empleé en freir el pescado fué de aproximadamente 5 minutos. Es importantísimo no pasarse, pues lo único que haremos será convertir el pescado jugoso en un estropajo de esparto!
Ahora en la misma sartén, sofreí unos ajitos laminados y puse las algas. De ésta manera, recuperé los juguitos tanto de las vieiras como de la pescadilla.
Serví las algas en montoncitos, con una rodaja de pescadilla encima y la vieira a su ladito para que le hiciese compañía.
Unos toques de salsa de erizo, y listo el plato!!


P.D. Mañana, día 24 de marzo, comienzo en el Aula de Cociña Porto-Muiños un curso sobre la cocina de las algas. Prometo poner más recetas en cuanto las pruebe. Palabrita de Lechuza....