Cuando empezaba con el blog, allá por febrero del 2007, una de mis primeras entradas fueron los callos a la gallega.
Por aquel entonces, tenía muy pocas visitas y la receta pasó totalmente desapercibida, aunque actualmente es una de mis recetas más visitadas. La calidad de las fotos tambien dejaba mucho que desear...
Así que, como los callos nos encantan he creído interesante volver a publicar la receta. Yo suelo hacer una gran cantidad de callos, pues tienen muy buena congelación y me resulta muy útil tener en el congelador "provisiones" para visitas inesperadas.
Las explicaciones están ahora bastante más claras y las fotografías no tienen nada que ver con las publicadas anteriormente. Espero que os gusten.
CALLOS A LA GALLEGA (II)

1,500 kgs. de garbanzos El Hostal
1 kg. de vientre de ternera
1 pata de ternera cortada en varios trozos
200 grs. de costilla de cerdo salada
4 chorizos (uno de ellos picante)
150 grs. de panceta
150 grs. de jamón curado en tacos
3 cucharadas de pimentón dulce
1/2 cucharada de pimentón picante
3 cucharadas de especias para callos

Para el atadillo:
1 bolsita de red (malla)
1 cebolla
perejil
3 guindillas
3 dientes de ajo enteros

La carne del vientre de ternera suele venir muy limpia, no obstante, yo la dejo toda la noche en un barreño con agua y zumo de limón. Elimina cualquier impureza, blanquea la carne y suaviza el olor de la tripa.
También dejo los garbanzos en remojo y la costilla desalando durante la noche anterior.
Aunque pueda parecer una receta muy elaborada, se hace todo en una misma olla y el único inconveniente es que debe cocer durante bastante tiempo. Por eso, una tarde fría de invierno es la ocasión ideal para preparar unos callitos...
En una olla bien grande( yo utilicé una de 12 lts.) ponemos agua a calentar. Cuando empiece a hervir, introducimos la pata de ternera y carne del vientre cortada en cuadrados de 3 x 3 cms. aprox. Quizá parezcan muy grandes, pero una vez cocidos, se reducen bastante.

Dejamos que cueza durante unos 35-45 minutos. Lo más importante es que la pata esté casi hecha del todo.
En éste momento, añadimos el resto de los ingredientes. Me refiero a las carnes de costilla, jamón, panceta y chorizos.
El atadillo lo cerramos y lo introducimos tambien en la olla. En el momento que vuelva a hervir, es cuando tenemos que meter los garbanzos.
Le ponemos las especias y el pimentón y dejamos que hierva a fuego medio por espacio de una hora aproximadamente. Probamos y rectificamos de sal.

Personalmente, no le pongo ningún tipo de espesante a la salsa, ya que con la gelatina que suelta la pata y el reposo del guiso, no lo considero necesario.

En casa, solemos dejar reposar los callos de un día para otro. El sabor mejora considerablemente. Por eso, si queremos callos el domingo, la preparación( remojo) comienza el viernes. La elaboración se hace el sábado y finalmente la degustación el domingo.

